¿ Es usted una empresa francesa que necesita traducir una cantidad de documentos profesionales escritos en inglés o español a la atención de su personal francés ? (vídeos, formaciones internas, presentaciones de empresa, comunicados de prensa, licitaciones, informes anuales, artículos académicos, etc..)
¿ O está a punto de tener intercambios comerciales con sus futuros clientes de habla francesa, que desea atraer a fin de ganar esas nuevas cuotas de mercado?
Desea transmitir mensajes eficientes en lengua francesa, ya tiene contactos con clientes de lengua francesa, o intenta darse a conocer o imponerse sobre los mercados de habla francesa. Usted debe por ello tener en cuenta algunos criterios para elegir sus interlocutores.
Y en particular aquellos que van a transmitir los mensajes escritos : los traductores profesionales. Y da preferencia a una relación de confianza con un traductor independiente, que no le venderá ni volumen ni herramientas, pero las palabras correctas y a un precio justo.
Usted debe elegir un buen profesional de la traducción, es decir, un linguista cuyo idioma meta (francés en este caso) no es sólo la lengua materna, pero que vive también en el mercado al que va destinado, es decir, el mercado de habla francesa. En efecto, si su traductor no vive en Francia, corre el riesgo de cometer errores porque no sabe lo que está ocurriendo en Francia. Por eso se recomienda trabajar sistemáticamente con un proveedor de traducción basado en el país del idioma meta o donde se habla el idioma « madre » (aquí Francia).
Hay que asegurarse de que el linguista posee los conocimientos y competencias suficientes relacionadas con su ámbito de actividad, que sea, en su caso, equipado por lo menos con una herramienta que forme parte de las nuevas tecnologías de la traducción y que sea capaz de garantizar un control de calidad digno de ese nombre. Debe, por supuesto, tener excelentes capacidades de redacción, distancia o madurez para absorber el texto y ser capaz de parafrasearlo y no sólo de restituir las sutilezas en el idioma local (es decir, el francés), sino también de adaptarlo a la cultura local.
Usted debe también tener en cuenta las ramificaciones de la lengua francesa, según la zona donde quiere entrar o desarollarse. Si el mercado canadiense tiene sus propias características, por ejemplo, Usted querrá trabajar con un hablante que domina el francés canadiense. En cambio, aunque también hay algunas variantes suizos debido a expresiones diferentes en el mercado de la Romandie, e incluso en algunos países de África, la lengua « madre » sigue siendo el francés , tal como se practica en Francia.
No es sólo la lengua de Molière y de elites europeas. El francés es hoy el tercer lenguaje de negocios en el mundo, llegando detrás del inglés (n°1) y el mandarín (n°2).
Tiene un peso significativo en el ámbito de las industrias creativas. Es una lengua que produce ideas, que es poderosa y es una lengua de creación e innovación.
Y los datos sobre la posición del francés en los medios de comunicación en todo el mundo y en Internet, ilustran las consecuencias del crecimiento del número de francófonos en el mundo, en una época en que no podemos dejar de observar la intensificación de las prácticas digitales y del consumo audiovisual.
La francofonía es una presencia en los cinco continentes. Además de vínculos comerciales privilegiados, ofrecería, además, cierta estabilidad en un contexto de crisis internacional. Y aunque el francés sigue siendo una lengua de prestigio, y se sigue utilizando mucho dentro de organismos internacionales o en diplomacia, se impone como una lengua fuerte e influyente. El crecimiento del francés se explica también por la demografía africana, y en 2050, 700 millones de personas deberían hablar el francés .
Son otros tantos bulevares económicos a trazar para intercambiar, y hacer negocios juntos, gracias a la lengua francesa.